El tiempo es inexorable, infinito. Lleva presente desde antes de que nosotros naciéramos y moriremos sin ver su final. Tal vez el concepto de infinito no existe pero para nuestra existencia el tiempo es infinito.
A menudo no valoramos el tiempo que desaprovechamos, consideramos que siempre tenemos de sobra pero nuestra existencia es limitada. Es curioso que nuestra consciencia nos permite reflexionar sobre conceptos tan ambiguos como la vida o la muerte y a la vez no nos paramos a pensar en ello, porque pensar en que el tiempo se escapa de nuestras manos nos entristece. Seamos realistas, nadie quiere estar triste y por eso no pensamos en ello.
No creo que tenga nada de malo ser conscientes de que el tiempo podría ser infinito y que a la vez nosotros no seremos capaces de entenderlo. A veces pensar en ello me transmite paz y me lleva a preguntarme quien quiero ser… ¿Por qué perder mi tiempo siendo alguien que no quiero ser y no centrar mis esfuerzos en mi verdadero objetivo? Creo que todos deberíamos intentar acostarnos al final del día estando orgullosos de nosotros mismos, aunque eso signifique ser un poco egoístas. No se puede vivir pensando siempre en los demás y a la vez los demás completan nuestra vida y le dan un sentido.
¿Logrará el ser humano desafiar las leyes de la naturaleza y violarlas hasta alcanzar los viajes en el tiempo hacia el pasado? Si lo logramos ¿Nuestra existencia podría dejar de existir por hacer un cambio que nos afecte? Nunca podremos saberlo pues el tiempo es infinito y nosotros no.
Vivir tu vida sin arrepentirte es imposible, pero es un objetivo muy interesante que puede llevarte a ser la mejor versión de ti mismo. Siempre suelo decir que la sociedad es cruel y que vivimos entre lobos, pero a veces hay personas que me demostran que me equivoco y eso me hace muy muy feliz.
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